La necesidad funcional de organizar y racionalizar la toma y ejecución de decisiones en el día a día de las empresas a partir de un cierto tamaño ha provocado una progresiva descentralización y delegación de facultades desde el órgano de administración hacia determinados trabajadores por cuenta ajena que, de forma más o menos amplia, ejercitan poderes inherentes a la empresa para la consecución de los objetivos de esta, con autonomía y plena libertad, y solo limitados por las instrucciones y criterios emanados de los órganos superiores de gobierno.
Estos empleados, a los que denominamos directivos, están sujetos, desde luego, a responsabilidad laboral y penal, si bien en este artículo nos centraremos únicamente en ciertos aspectos relativos a su responsabilidad civil: la delimitación subjetiva de este colectivo; la categorización de los mismos en función de los distintos regímenes de responsabilidad civil que les puede ser exigible; y la configuración de tal responsabilidad para cada una de estas clases de directivos.
Actualidad Jurídica Aranzadi, nº 935/2017 (noviembre).