Derecho penal económico y corporate compliance

Desde una perspectiva estrictamente jurídica, no puede entenderse el corporate compliance (Corporate Compliance, o simplemente Compliance, en lo sucesivo) sin comprender la responsabilidad penal de las personas jurídicas, puesto que el objetivo fundamental (aunque no el único) de un sistema o programa de Corporate Compliance habrá de ser precisamente el de evitar, o en todo caso minimizar, dicha responsabilidad. 

 

Por ello, resulta necesario conocer previamente su regulación, estructura y demás elementos básicos (señaladamente sus gravísimas penas), conforme a nuestro Derecho Penal, tanto en su parte general (la que aborda los principios y elementos esenciales y comunes a las normas penales, a todos los delitos y a las penas), como en la especial (los concretos delitos tipificados en el Código Penal) y, dentro de ésta, el conjunto de delitos que tienen un trasfondo económico (único o preponderante), que son aquellos de los que se ocupa el llamado Derecho Penal Económico, en su acepción amplia. 

 

Porque, como veremos en este trabajo, la mayor parte de los delitos que hoy en día pueden dar lugar a la responsabilidad penal de las personas jurídicas se enmarcan dentro de esta especialidad o, en todo caso, pueden tener lugar dentro del tráfico económico. 

 

Así las cosas, comenzaremos este artículo señalando cuál es el origen y cuáles son los elementos nucleares de la responsabilidad penal de las personas jurídicas, sobre qué delitos se proyecta actualmente y cuáles son sus penas. 

 

Con arreglo a esta base, apuntaremos los requisitos con los que ha de contar un buen sistema de Corporate Compliance, para prevenir el riesgo de comisión de tales delitos, especialmente los de contenido económico, de forma que se puedan evitar o, cuando menos minimizar, sus gravísimas consecuencias.