En noviembre de 2017, el foro de árbitros jóvenes de la CCI (YAF) organizó en Miami un debate titulado: «La batalla de las sedes». Pero la pelea por la sede no sólo es cosa de jóvenes. La lucha por convertirse en sede de arbitrajes internacionales viene planteándose de manera repetida, en distintos foros y desde hace varios años, con distintos objetivos y matices.
¿Ganará Londres la batalla de los centros de arbitraje?, se preguntaba The Lawyer en noviembre del 2016, después de ver cómo en octubre de 2015, un estudio de la Universidad Queen Mary y White & Case había identificado Hong-Kong y Singapore como sedes pujantes que arañaban mercado a Londres. El New York Times, en el artículo «Cities Compete to Be the Arena for Global Legal Disputes» también se hacía eco en septiembre de 2014 de los esfuerzos que Miami, al igual que otras como Houston o Atlanta, estaba haciendo por situarse al nivel de Nueva York en tanto que sede de arbitraje. Incluso en París, sede por excelencia de los arbitrajes CCI, también la comunidad arbitral parece transmitir cierta inquietud. Al menos, así podría desprenderse de las actas del coloquio organizado por la Asociación «París, lugar mundial del arbitraje» para comentar una reforma legislativa de noviembre de 2016 que afecta a la regulación interna del convenio arbitral. ¿Qué está ocurriendo?