En las últimas décadas, hemos presenciado un avance científico y tecnológico sin precedentes en el ámbito de la salud. Células madre, medicamentos personalizados basados en el perfil genético del paciente, rebótica, nanotecnología son algunos de los ejemplos más claros, unidos por supuesto a la revolución que ha supuesto el mundo digital. Por otro lado, el incremento continuo de la esperanza de vida de la población está planteando nuevos retos en este ámbito. Todo ello tiene una incidencia directa en el coste de los tratamientos, desde su concepción hasta su administración a los pacientes, lo que ha generado un intensísimo debate en cuanto a acceso, asequibilidad, financiación y sostenibilidad del gasto público. Este debate cubre cuestiones de muy diversa índole, tales como el establecimiento de prioridades en el ámbito de la salud, la determinación de los precios de los medicamentos, la eventual adaptación del marco regulatorio aplicable y, por supuesto, la cooperación entre organismos competentes.