Desafíos y oportunidades del Fondo para la Vida y la Biodiversidad en Colombia

Con la expedición del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 “Colombia potencia mundial de la vida”, se establece la necesidad de definir aspectos relacionados con el negocio fiduciario a través del cual se administrará los recursos del Fondo para la Vida y la Biodiversidad. Es por lo anterior que, el 6 de agosto de 2022 se expide el Decreto 1648 de 2023 que establece las disposiciones legales para la creación y funcionamiento del Fondo para la Vida y la Biodiversidad en Colombia, el cual, tiene como finalidad articular, focalizar y distribuir estratégicamente recursos para abordar desafíos ambientales como aquellos relacionados con la resiliencia climática a nivel local y nacional.

Iniciativas que se pretenden financiar con el Fondo

Dentro de las iniciativas que se pretenden financiar con el Fondo, se encuentra el Plan Integral de Contención de la Deforestación en la Amazonía, el programa Pagos por Servicios Ambientales que apoya a familias que viven de una economía basada en la biodiversidad e incentivará programas y proyectos de educación ambiental. Estos proyectos, aunque admirables en su intención, requieren una administración rigurosa y eficaz para garantizar su éxito y contribuir efectivamente a la reducción del 51% de las emisiones de gases de efecto invernadero, conforme a las metas climáticas de Colombia para el año 2030.

Es por lo anterior que hay expectativa e inquietud sobre la efectividad real de este fondo. La asignación de recursos financieros a través de diversas fuentes, tales como el Presupuesto General de la Nación, el 80% del recaudo del Impuesto Nacional al Carbono, recursos generados por el Programa Nacional de Cupos Transables de Emisiones, la cooperación nacional e internacional, donaciones y aportes de entidades públicas y privadas, plantea interrogantes sobre la transparencia de la gestión de estos fondos.

Obligaciones definidas en el decreto 1648 

Un elemento crucial que se define en el decreto es la obligación de informar semestralmente ante el Congreso, a entidades de control, a la ciudadanía y mediante audiencia pública (anual), gestión y resultados de proyectos financiados por el fondo. Esta medida, aunque apunta hacia la transparencia y rendición de cuentas, plantea la necesidad de una supervisión efectiva para garantizar el cumplimiento de tales informes y la veracidad de la información presentada.

El consejo directivo, compuesto por siete miembros, incluyendo la ministra de ambiente y otros funcionarios designados, deberá desempeñar un papel crucial en la toma de decisiones estratégicas para el fondo. La diversidad de intereses y perspectivas dentro de este consejo plantea desafíos potenciales en la implementación de políticas coherentes y en la asignación eficiente de recursos.

Conclusión

En definitiva, el Decreto 1648 del 2022, establece un marco legal para el Fondo para la Vida y la Biodiversidad en Colombia que, respaldado de la manera correcta, permitirá potenciar la efectividad de este fondo no solo en la asignación financiera sino también la administración eficaz, la transparencia en la rendición de cuentas y la supervisión adecuada por parte de las instituciones de control. El éxito de este mecanismo y será determinante para el cumplimiento de las metas ambientales ambiciosas establecidas por el gobierno colombiano.